Medicamentos de la época «vintage»

En esta entrada queremos compartir curiosidades que tenemos en la biblioteca y que nos acercan a la historia de las ciencias de la salud. Se trata de algunos anuncios de publicitarios de medicamentos. Ciertamente la medicina ha alcanzado unas cotas de desarrollo sin precedentes. Lo sorprendente es que esta evolución se ha producido a velocidad vertiginosa, en muy poco tiempo y continúa avanzando de la mano de la tecnología.

En lo referente a los medicamentos, los profesionales han investigado y producido remedios muy eficaces para mejorar la salud. Sin embargo, hace un centenar de años los recursos eran otros. La sociedad también era otra y en definitiva era otra la manera de vivir.

Durante bastantes años del siglo XX, el mundo estaba sumido en una crisis económica y como consecuencia, las marcas trataban de apelar a las emociones y necesidades más profundas de su público. Así lo hacían también las incipientes industrias farmacéuticas que trataban de vender sus medicamentos.

Hoy en día con internet y las redes sociales estamos acostumbrados a que las cosas nos entren por los ojos a través de las pantallas. Contamos con imágenes reales o simuladas de alta calidad, en las que también tiene su papel la inteligencia artificial. La publicidad de hace unos años era del estilo que hoy llamaríamos vintage. Iba dirigida a una sociedad en la que la salud física tenía mayor vulnerabilidad que actualmente, pues el nivel de vida en general no gozaba de un bienestar tan elevado como el que disfrutamos ahora.

A pesar del auge de la radio y el cine, los anuncios impresos gozaron de una importante presencia no solo en periódicos y revistas sino también en cartulinas y folletos sueltos.

Un tipo de argumentos empleado por la publicidad de entonces era el de autoridad. Así, por ejemplo, los laboratorios Deschiens, incluían en panfletos la foto de diferentes médicos de reconocido prestigio en la época, como León Le Fort, el profesor Lejars o el doctor Gosset. Como podéis leer en el folleto de la imagen, se rebate a quienes ponen en duda la eficacia de la preparación del vino o jarabe. Al dorso se lee el efecto conseguido en los pacientes: bienestar, esperanza y confianza en su médico. Se trataba de un reconstituyente recomendado para la anemia, neurastenia o debilidad en general.

La buena alimentación es y ha sido siempre uno de los puntos importantes para la salud. No digamos nada si se trata de la alimentación de niños pequeños. Entonces como ahora la leche en polvo o la irradiación de alimentos se empleaban para una nutrición sana. Algunos ejemplos son los que os mostramos a continuación. Son tarjetas que tenemos en la colección de la Biblioteca de Ciencias de la Salud:

Colección de tarjetas de la Biblioteca de Ciencias de la Salud

No deja de ser gráfico el anuncio de los supositorios de laboratorios del Dr. Grau. Se trataba de un medicamento del grupo de las sulfamidas, descubiertos en la década de 1930. Constituían una opción de antibiótico para tratar las infecciones bacterianas antes de la llegada de la penicilina.

Colección de tarjetas de Ciencias de la Salud

Este tipo de publicidad nos hace sonreír porque lo comparamos inconscientemente con la actualidad, tan diferente a esa época. Pero, sin duda, el que nos ha resultado más divertido, ha sido el que tiene forma de mano con dedo apuntando y publicita el purgante Besoy.

Colección de tarjetas de la Biblioteca de Ciencias de la Salud

Besoy era un tipo de purgante que tuvo mucho éxito en su momento y parece ser que alivió dolores de barriga a niños y adultos. La fórmula la preparaba Felix de Lombardía y su laboratorio tenía sede en Córdoba. En algún periódico de la época hemos encontrado todo un párrafo dirigido al doctor, explicando las ventajas de recomendar este remedio infalible a sus pacientes.

Hemeroteca de la Fundación Pablo Iglesias

Además del purgante había otros seis productos que la misma marca vendía por toda España. Y es que muchos de estos anuncios se dirigían a los médicos, que serían quienes se los recetarían a sus pacientes. De hecho algunos emplean los términos técnicos que seguramente serían más conocidos por los profesionales que por el público general: cloranfenicol, tetraciclina, cloruro de calcio, etc.

Otro aspecto llamativo es que en algunos aparece dibujada la caja o frasco del producto facilitando así su reconocimiento en la farmacia. Tal es el caso de los granulados Dermocólon y Darganal Tiazólico, anunciados dos en uno por los laboratorios del Doctor Fernando Barceló.

Collección de tarjetas de la Biblioteca de Ciencias de la Salud

Aquí tenéis algunos ejemplos más que tenemos en nuestra colección:

Colección de la Biblioteca de Ciencias de la Salud

Interesante resulta también la presentación de los prospectos. Muchos de ellos aparecen al dorso de las tarjetas publicitarias, presentan por tanto otro formato y son mucho más breves que los que conocemos hoy en día.

Esperamos que esta entrada os haya gustado y aportado algo de culturilla general para vuestros conocimientos históricos y farmacéuticos y para viajar en el tiempo.

¡Dejadnos vuestros comentarios! Ya sabéis que si queréis ver la colección de postales no tenéis más que venir a la Biblioteca de Ciencias de la Salud y os la enseñaremos con mucho gusto.

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